Hollywood. Thriller. Taquilla. Estas tres son palabras que los fans al deporte y los expertos dicen cuando quieren referirse a un momento emocionante. 

Es fácil comprobarlo. Solo tienes que ir o ver algunos partidos o eventos deportivos. Será muy probable que escuches, al menos una vez, que lo que está pasando en la cancha o el ring "es como de película". 

El deporte, por su propia naturaleza, es imprevisible, visceral y tiene una interesante carga de dramatismo, cualidades que conectan muy bien con lo que estamos acostumbrados a ver en la pantalla grande.  

Los arcos narrativos y las historias de redención que siguen a ciertos jugadores o equipos a lo largo de una temporada encajan fácilmente con lo que puede ser una película exitosa.  

Por ello, no es de extrañar que se hayan hecho tantos intentos de convertir estas historias en películas de cine. Actualmente, hay 4,385 títulos catalogados como deportivos en IMDb. 

Además, los filmes de deportes pueden generar muy buenos ingresos. Para muestra, las 10 películas más taquilleras de este género en IMDb han ganado alrededor de 1,900 millones de dólares en conjunto. 

Sin embargo, a pesar de todas las opciones que los deportes dan, crear una gran película de deportes no es tan sencillo. Por cada Rocky, hay un Gol III: La Conquista del Mundo. 

¿Qué es, entonces, lo que diferencia lo sublime de lo ridículo? Analizamos las 50 mejores películas deportivas de IMDb para entender a profundidad la anatomía de una gran película... 

 

Tiene que ser realista 

Este es uno de los básicos. Para que una película de deportes sea genial, hay que poder creer que lo que pasa en la película realmente podría suceder. 

Los deportes son una opción muy interesante para los cineastas por la cantidad e intensidad de los sentimientos que evocan. 

Al igual que en el casino online, siempre hay un ganador y un perdedor. El riesgo añadido que supone la posibilidad de perder y la perspectiva de lo que podría pasar si nuestro héroe falla hace que casi siempre se garantice un amplio espectro de emociones. 

Si se representa correctamente, este puede ser el material perfecto para filmar una gran cinta. 

Para aprovechar realmente el lado más emotivo del deporte, una película debe tener cierto grado de realismo y parecer convincente. Si no, estará más cerca de parecer una parodia que una historia emocionante. 

Hay una razón por la que “Bend It Like Beckham!” no pasa el corte. ¿Recuerdas la escena de los tiros libres del final? Impactante. 

Ese nivel de realismo se consigue con más frecuencia recreando los deportes profesionales en vez de los amateurs: 30 de las 50 mejores películas deportivas de IMDb se centran en los profesionales. 

Si las películas se trabajan con apego a lo real, puede ser difícil notar la diferencia. 

Entre esas 30, se encuentra "Warrior", una película de MMA con una puntuación de 8,2 en IMDb, la más alta de todas las películas deportivas del popular sitio web. 

Según el actor principal, Tom Hardy, las escenas de lucha de la película son tan reales que se rompió las costillas y los ligamentos del brazo derecho durante el rodaje. 

Otra forma de hacer que las cintas de deportes resulten más convincentes es apegarse a historias de la vida real. 31 de las 50 mejores películas son biográficas o están basadas en hechos reales. 

Es más fácil hacer que algo parezca real si pasó de verdad.

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Debe haber una historia fuerte y un héroe convincente 

El deporte es, obviamente, la base de cualquier gran película deportiva, pero no se trata sólo de eso; también se necesita una historia cautivadora. Sin ella, cualquier intento de película va a parecer más una compilación de momentos destacados. 

Imagínate una versión de Rocky en la que no nos cuenten las dificultades que se tuvieron que superar o lo difícil que ha sido su vida. Eso haría que un clásico de todos los tiempos se convierta en algo mucho menos relevante. 

Si el deporte es lo que te engancha, la historia del héroe de la película es lo que te mantiene atento. 

A veces, ese héroe puede adoptar la forma de un equipo completo, aunque en las películas más exitosas, nuestro protagonista es una persona.  

De las 50 mejores películas de deportes en IMDb, 27 se centran en deportes individuales en lugar de los que se practican en equipo. 

Es mucho más fácil contar la vida de una persona que la de once (o más). Como espectador, además, puedes enfocarte más en un solo protagonista que en lo que pasa con todos los miembros de un equipo.  

El boxeo es lo mejor 

Ningún deporte se adapta mejor al cine que el boxeo. Por ello, no es de extrañar que sea el deporte más popular entre los 50 primeros títulos. 

Las películas de boxeo representan el 20% de la lista, mientras que los filmes sobre otros deportes de combate -boxeo, MMA, lucha libre y karate- suman14 de las 50. 

De las tres cintas del top 50 que han ganado el Premio a la Mejor Película en los Oscar, dos son sobre boxeo: Rocky y Million Dollar Baby. 

En estas producciones, el deporte suele funcionar como una metáfora de la vida del protagonista. La violencia y la imprevisibilidad del boxeo, por tanto, lo convierten en un complemento perfecto para el cine. 

Los combates son emocionantes, dramáticos y siempre tienen esa emocionante dosis de peligro. Además, sirven de colofón natural a la conocida narrativa de juicio y desgracias que se incluye en casi todas las películas de boxeo. 

El argumento básico, y muy pocas veces superado, es este:  

Al protagonista, que tiene una vida o situación desafortunada, se le ofrece un combate por el campeonato. 
Un entrenador lo lleva al límite.  
Tiene una lesión o una dificultad que superar. 
Se realiza el combate. 
La película termina cuando vuelve a casa (habiendo ganado o perdido). 

Es la historia arquetípica de los desvalidos, ¿y a quién no le gusta eso? 

Debería terminar con un triunfo 

Antes de que entrar al rincón de los desacuerdo, es cierto que algunas películas deportivas clásicas no terminan felizmente o con una victoria del protagonista. 

El deporte no siempre consiste en ganar o perder. Como sugiere el cliché, lo que cuenta es el viaje. 

Sin embargo, aunque no se puede subestimar la importancia del guion y del desarrollo de los personajes en una cinta deportiva, los espectadores siguen buscando un motivo para celebrar al final. 

En términos generales, una gran película termina con el protagonista o equipo ganando el evento que dio sentido a la historia que se narra en el filme. 

38 de las 50 piezas cinematográficas de la lista de IMDb apoyan este argumento. 

Una de las razones es, sin duda, la cantidad de historias reales que se cuentan en estas películas. 

Tiene sentido pensar que las historias deportivas más memorables son las que terminaron en triunfo. A muy poca gente le importa el equipo de fútbol que perdió en la primera ronda de la copa, pero, ¿y los perdedores que la ganaron? ¡Bienvenidos a Hollywood! 

De las 31 películas deportivas de la lista basadas en hechos reales, 24 tienen un final feliz. 

Es comprensible que el espectador quiera una recompensa al final de la película y, habiendo invertido tiempo y emoción en la historia, un clímax positivo es innegablemente más satisfactorio.