Los atletas de alto nivel, para llegar a romper récords mundiales en deportes, deben de llevar a sus cuerpos al límite. Eso los diferencia de los demás; por eso logran medallas de oro, copas, trofeos y reconocimientos mundiales. Y esa exigencia conlleva riesgos, a veces muy grandes. El peor de todos, las lesiones. Existen casos donde la recuperación no llega del todo y aparece el retiro. Pero hay algunos regresos que vale la pena recordar. Aquí, algunos.

Ronaldo

En los libros del fútbol mundial, este nombre está escrito con tinta de oro. Ronaldo Nazario, el Fenómeno, es de los últimos delanteros brasileños en practicar, a la perfección, el jogo bonito. Pues bien, el carioca sufrió de una grave lesión de rodilla en los inicios de la temporada 99-2000 de la Serie A, cuando jugaba para el Inter de Milán. Su recuperación tardó 6 meses. En el primer encuentro, tras su regreso, se rompe de nuevo la misma rodilla. 6 meses más de recuperación. Todos pensaban que era el fin de su carrera. Se quedó una temporada más en la capital lombarda donde jugó unos 10 juegos. En el 2002, se pone la playera merengue y lo que pasó después ya lo conocemos.

Maradona

Genio y figura, el Pelusa, destacó por su talento natural para jugar al fútbol. Era el niño de oro de la ofensiva pampera. A inicios de los ochenta, el Barcelona lo recluta y lo lleva a jugar a la ciudad condal. Desde su llegada a la Liga hizo de las suyas: grandes gambetas y grandes goles. Pero hubo un jugador a quien no le gustó tanto su juego vistoso: Andoni Goikoetxea. El defensa del Athletic de Bilbao le metió una plancha de cárcel al mediocampista argentino en un encuentro entre vascos y catalanes en 1983. El tobillo izquierdo de Maradona quedó seriamente lastimado y el Pelusa se tuvo que retirar de las canchas por 14 semanas. Se pensó que una gran carrera iba a terminar. Pero no. Maradona regresó al césped para ganarlo todo: el Scudetto, la Copa de la UEFA y el Mundial de 1986.

Anderson Silva

Corría el 2013 y la UFC mostraba una pelea que acaparaba la atención de todos los fans de las artes marciales mixtas: Anderson Silva contra Chris Weidman. El brasileño intentaba recuperar el cinturón del campeonato de peso medio de la UFC en un pleito de revancha. Al minuto y medio del segundo round, Silva tiró una patada que Weidman bloqueó con la rodilla, lo cual reventó la tibia y peroné del retador, quien cayó en gritos de dolor a la lona. Los expertos coincidían: la carrera de Silva estaba acabada. Nadie lo sabía, pero la Araña regresó dos años después para seguir con su carrera y a la fecha lleva 6 peleas. De su retiro no se sabe nada.

Shaun Livingston

Hubo quien lo llamó el Renacido. Livingston, quien jugó para casi una docena de equipos en la liga de básquetbol norteamericana, pudo tener una carrera más que brillante pero las lesiones lo minaron en demasía. La más grave —una de las más recordadas en el mundo del deporte ráfaga— le ocurrió en 2007 cuando formaba parte de los Clippers de Los Ángeles. La quinteta angelina jugaba contra los Charlotte Bobcats y después de un robo, la pelota llegó a Livingston quien atacó la canasta y al momento de caer, se hizo de una colección de roturas después de dislocarse la rodilla: se rompió el ligamento cruzado anterior, el ligamento cruzado posterior, del menisco, el ligamento colateral tibial, la rótula y la articulación tibioperonea. Más allá de flaquear por esa tragedia, le puso el pecho a las balas. Se recuperó y poco a poco fue tomando nivel; navegó por varios equipos hasta que llegó a los Guerreros de Golden State donde ganó tres torneos. El año pasado se retiró.

Podríamos mencionar otros casos de atletas que regresaron de lesiones serias como Tiger Woods (lesión de espalda), Cuauhtémoc Blanco (lesión de rodilla), Andy Murray (lesión de cadera) o Neymar (lesión de columna). Tú, ¿de qué caso te acuerdas más? 

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