Cuando se supo que Miami y Denver iban a protagonizar la serie que definirá al nuevo campeón de la NBA, parecía que el mundo completo se había puesto del lado de los de Colorado. Sin embargo, no todo ha sido tan fácil como se esperaba.

Denver ganó con jerarquía el primer duelo. Si hacemos memoria, recordaremos uno de los partidos más grises que le hemos visto a Jimmy Butler últimamente. Aaron Gordon lo borró del mapa y le dejó el camino libre a un Joker para volverse el gran ganador de este partido y, por supuesto, el serbio no desperdició esta oportunidad.

El segundo juego de la serie fue una sorpresa. Después del resultado del primer encuentro, esto pintaba para ser una masacre de proporciones epopéyicas a favor de los Nuggets, pero no solo no pasó, sino que Miami dio la sorpresa al derrotar a Denver, en su casa y con un muy buen performance en la pista de baile. Butler reapareció y logró llevar a su quinteta a una victoria que nadie se esperaba. Ni siquiera algunos de los fans más recalcitrantes del Heat.

Sin embargo, el tercer encuentro nos regresó al punto de partido. Denver ganó, no con tanta holgura en el marcador, pero sí con ese nivel que nos ha hecho pensar en ellos como el siguiente campeón de la liga con el mejor básquetbol del mundo y que, además, sería el primer título en la historia de esta franquicia. Jokic volvió a ser Jokic y destazó el plan que parecía Miami proponía para este juego. Todo empezó a tener sentido de nuevo.

El cuarto juego de esta serie puede ser condenatorio. Claro, aún faltan partidos y no se puede descartar una remontada épica como la que estuvo a punto de lograr Boston. Sin embargo, lo que hemos visto en la pintura refleja una superioridad brutal de Denver sobre los chicos de Florida. Spoelstra y sus muchachos han intentado de todo y ha habido mucho esfuerzo, algo de improvisación y una gran cucharada de suerte. ¿El resultado? Una victoria y dos derrotas que, además, han dejado muy tocados anímicamente al Heat. Por si esto fuera poco, no hay noticias alentadoras sobre el futuro inmediato de Tyler Herro. Esa lesión ante los Milwaukee Bucks ha sido mucho más dolorosa y longeva de lo que se esperaba. Sin él, Jimmy Butler va a tener que echarse a todo el equipo a la espalda y apostar por el milagro.

Aunque nada está escrito aún, todo pinta para que veamos a unos Nuggets terminar de limpiar el camino al título y, por fin, darle ese título a uno de los equipos más clásicos de la NBA. Ya veremos cómo llegamos al quinto partido.

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